ABEJAS Y MÁS…

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El 20 de mayo se ha celebrado el Día Mundial de las Abejas, fecha proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2017 y que tiene el objetivo de sensibilizar acerca del papel esencial que las abejas y otros polinizadores desempeñan en el mantenimiento de la salud de las personas y del planeta, así como sobre los desafíos y amenazas que afrontan en la actualidad.

Este año, bajo el lema “Compromiso con las abejas: por una producción agrícola respetuosa de los polinizadores”, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) pone en valor la importancia de adoptar prácticas de producción agrícola favorables a los polinizadores para proteger a estas especies, al mismo tiempo que se fomenta la resiliencia, la sostenibilidad y la eficiencia de los sistemas agroalimentarios.

Según datos de la FAO, las abejas y otros polinizadores contribuyen al 35 % de la producción agrícola mundial, polinizando 87 de los 115 principales cultivos alimentarios de todo el mundo. Además, alrededor del 75 % de los cultivos mundiales que producen frutas y semillas para uso humano dependen, al menos en parte, de estos insectos, que no sólo posibilitan la abundancia de estos productos sino también más variedad y calidad, contribuyendo así a la seguridad alimentaria y la nutrición.

Por otro lado, la polinización es un proceso fundamental para la preservación de la biodiversidad y el mantenimiento de la vitalidad de los ecosistemas. Con su labor, los polinizadores impulsan la reproducción de una gran variedad de plantas cultivadas y silvestres, muchas de ellas necesarias para el bienestar y los medios de vida humanos. Asimismo, contribuyen a mantener los ecosistemas forestales, ya que la polinización ayuda a regenerar los árboles y, en consecuencia, a conservar la biodiversidad forestal.

Sin embargo, en la actualidad, las abejas, los polinizadores y muchos otros insectos están disminuyendo en términos de abundancia y diversidad.

Los cambios en el uso de la tierra, las prácticas agrícolas intensivas, el uso generalizado de plaguicidas, la presencia de especies exóticas invasoras, la contaminación ambiental y los efectos derivados del cambio climático plantean serias amenazas para la supervivencia de estas especies porque reducen su acceso a alimentos y lugares donde nidificar, les expone a sustancias químicas perjudiciales y debilita sus sistemas inmunológicos.

En consecuencia, según datos de la ONUcasi el 35 % de los polinizadores invertebrados (en particular las abejas y las mariposas), y alrededor del 17 % de los polinizadores vertebrados, como los murciélagos, están en peligro de extinción a nivel mundial.

En nuestro país contamos con una amplia biodiversidad de polinizadores. En España habitan 1.122 variedades diferentes sólo de abejas, de las cuales más de 100 solo pueden contemplarse en nuestro territorio. Para proteger a estos insectos, a otros polinizadores y a sus hábitats, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico aprobó en 2020 la Estrategia Nacional para la Conservación de los Polinizadores, como parte de la Iniciativa de la Unión Europea sobre Polinizadores. Las medidas propuestas están encaminadas a diferentes estrategias, que pueden dividirse en 6 grupos: 

  1. conservar las especies de polinizadores amenazadas y sus hábitats;
  2. promover hábitats favorables para los polinizadores;
  3.  mejorar la gestión de estas especies y reducir los riesgos derivados de plagas, patógenos y especies invasoras;
  4. reducir el riesgo derivado del uso de productos fitosanitarios para los polinizadores;
  5.  apoyar la investigación para la mejora del conocimiento sobre el estado de conservación de las especies y las causas de su declive; 
  6. y garantizar el acceso a la información y divulgar la importancia de los polinizadores.

En este contexto, la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, está impulsando diversos proyectos en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), financiado por la Unión Europea – NextGenerationEU, que incluyen acciones orientadas a la mejora del estado de los polinizadores.

Se trata de iniciativas seleccionadas en la convocatoria de fomento de la bioeconomía y la transición ecológica correspondiente a 2021:

  • BIOVALOR persigue impulsar la bioeconomía circular frente al reto demográfico a través de la obtención de bioproductos de elevado valor de especies forestales y plantas aromáticas y medicinales autóctonas, cultivadas en tierras agrícolas marginales de baja productividad.
  • Somos Agua II se propone generar un tejido microempresarial, que fomente una bioeconomía circular transformadora en un territorio despoblado de alta y media montaña. Para ello, se apoyará en saberes tradicionales y otros recursos endógenos con análisis científico-técnicos del potencial bioactivo de los recursos naturales, en áreas como apicultura, ganadería y explotación de plantas aromáticas y medicinales.
  • Biotramuntana tiene como objetivo el impulso de la utilización y la conservación de los recursos naturales y la biodiversidad de las fincas de montaña y los municipios del norte de la Sierra de Tramuntana (Mallorca), desarrollando herramientas, infraestructuras e interrelaciones que generen un impacto ambiental y social transformador.
  • Naturaleza Pastoreada pone en valor el pastoreo como una actividad viable y necesaria para la recuperación económica, la conservación de la biodiversidad y la mitigación y adaptación al cambio climático en el contexto actual de reto demográfico.

Para saber más sobre polinizadores puedes acceder a la entrada  Polinizadores en nuestra web

Fuente de la noticia https://fundacion-biodiversidad.es/actualidad_home/las-abejas-y-otros-polinizadores-fundamentales-para-garantizar-la-seguridad-alimentaria-a-nivel-global/