La atmósfera se está calentando, y el clima cambia de año en año. De los ocho millones de especies del planeta, un millón está en riesgo de extinción. Estamos contaminando y destruyendo los bosques y los océanos. El Pacto Verde Europeo es la respuesta de la U.E a los desafíos del clima y el medio ambiente.
¿Por qué es necesario un Pacto Verde en Europa?
En noviembre del año 2019, el Parlamento Europeo adoptó una resolución en la que declaró una “emergencia climática y medioambiental” en Europa y a nivel global. El texto también instaba a la Comisión Europea a que garantizara que todas sus propuestas legislativas y presupuestarias tuvieran en cuenta el objetivo de limitar el calentamiento global
Las medidas del Pacto responden a la preocupación de la UE y de sus ciudadanos a causa de los efectos negativos del cambio climático.
En este contexto, según el Eurobarómetro, el 93% de los europeos consideran que el cambio climático es un problema serio y han realizado al menos una acción para frenarlo. Además, el 79% de los ciudadanos de la UE consideran que actuar contra el cambio climático será clave para mejorar en innovación.
¿Qué es el Pacto Verde Europeo?
Es un plan, que incluye cincuenta acciones concretas, para la lucha contra el cambio climático, que pretende convertir a Europa en el primer continente climáticamente neutro en el año 2050.
El objetivo de este ‘EU Green Deal’ es que Europa tenga una economía limpia, con cero emisiones, y proteger nuestro hábitat natural para mejorar el bienestar de las personas, de las empresas y que tome el liderazgo en la acción climática en todo el planeta.
Pretende transformar la economía de la UE en plenamente sostenible, llevando a un cambio en el modelo social y económico de la Unión Europea, proporcionando al mismo tiempo los recursos económicos que permitan una transición justa, a través del Mecanismo para una Transición Justa, que ayudará a movilizar al menos 100.000 millones de euros durante el período 2021-2027 en las regiones más afectadas.
Además la Comisión Europea ha propuesto una Ley Europea del Clima que convierta este compromiso político en una obligación legal.
¿Cuáles son los ámbitos de actuación del Pacto Verde Europeo?:
- Biodiversidad: medidas para proteger nuestros ecosistemas
- «De la granja a la mesa»: formas de garantizar una cadena alimentaria más sostenible.
- Agricultura sostenible: sostenibilidad en la agricultura y las zonas rurales de la UE gracias a la política agrícola común (PAC).
- Energía limpia: la descarbonización del sistema energético de la UE es fundamental para alcanzar los objetivos climáticos.
- Una industria sostenible: formas de garantizar unos ciclos de producción más sostenibles y respetuosos con el medio ambiente.
- Construir y renovar: necesidad de un sector de la construcción más limpio.
- Movilidad sostenible: fomentar medios de transporte más sostenibles.
- Eliminar la contaminación: medidas para reducir la contaminación de manera rápida y eficiente.
- Acción por el Clima: hacer que la UE sea climáticamente neutra para 2050
Se trata de una nueva estrategia de crecimiento destinada a transformar la UE en una sociedad equitativa y próspera, con una economía moderna, eficiente en el uso de los recursos y competitiva, en la que no habrá emisiones netas de gases de efecto invernadero en 2050 y el crecimiento económico estará disociado del uso de los recursos.
El Pacto Verde aspira también a proteger, mantener y mejorar el capital natural de la UE, así como a proteger la salud y el bienestar de los ciudadanos frente a los riesgos y efectos medioambientales. Al mismo tiempo, esta transición ha de ser justa e integradora. Debe dar prioridad a la dimensión humana y prestar atención a las regiones, los sectores y los trabajadores expuestos a los mayores desafíos.
Hoja de ruta del Pacto Verde Europeo
Para hacer posible que los objetivos se cumplan, tras la presentación del Plan Verde Europeo, durante los primeros meses de 2020 se sucedieron una cascada de planes y acuerdos que recogían medidas específicas en distintas áreas:
Plan de Inversiones para el Pacto Verde Europeo y del Mecanismo de Transición Justa: Su objetivo es establecer sistemas de apoyo para las regiones donde la transición hacia la neutralidad climática suponga mayores esfuerzos por tener una mayor dependencia de los combustibles fósiles. Se basa en tres dimensiones: la financiación, con una movilización en los próximos diez años de un mínimo de un billón de euros para inversiones sostenibles, la capacitación, es decir, la creación de incentivos que desbloqueen y reorienten la inversión de entes públicos y privados hacia la financiación sostenible, y por último el apoyo práctico a las autoridades para la planificación, el diseño y la ejecución de proyectos sostenibles.
Ley Europea del Clima: Establece el marco legal para llegar a la neutralidad climática en el año 2050, convirtiendo este objetivo en jurídicamente vinculante. Fija un proceso de revisiones periódicas para comprobar cómo van los avances y hacer correcciones en caso de necesidad, revisándose los progresos registrados cada cinco años, en consonancia con lo establecido en el Acuerdo de París. Además, presenta los pasos necesarios para lograr el objetivo de 2050, estableciendo límites temporales para determinados hitos. Por último, recoge la facultad de la Comisión Europea para hacer recomendaciones a los Estados miembros para llegar al objetivo, estando obligados los estados a seguir dichas recomendaciones o justificar el motivo de no hacerlo.
Estrategia Industrial Europea: Se trata de un plan para lograr que las empresas y las industrias europeas lleven a cabo su transición ecológica de forma competitiva. Presenta tres motores de transformación de la industria: la transición ecológica, la transición digital y la competitividad en la escena mundial. Establece un doble objetivo para la industria: la neutralidad climática pero también el liderazgo digital. Es un plan que incluye a todos los actores fundamentales de los ecosistemas industriales europeos, es decir, grandes empresas, pymes, prestadores de servicios para proveedores, administraciones públicas e instituciones académicas y de investigación.
Plan de Acción para la Economía Circular: Presenta iniciativas para transformar la economía de modo en que se fabriquen productos sostenibles que duren más y sean más sencillos de reutilizar o de reciclar. Algunas de estas iniciativas son el ecodiseño y el desarrollo de negocios que impulsen el reciclaje y la reutilización de textiles, la eliminación de los productos desechables siempre y cuando sea posible y la eliminación o reducción de envasados contaminantes de los productos.
Estrategia “de la granja a la mesa”: Se centra en la agricultura y en la creación de un sistema alimentario más saludable y sostenible. Algunos de sus puntos son la reducción del uso de plaguicidas contaminantes del medioambiente, la también reducción del uso de nutrientes y fertilizantes que repercuten negativamente en la biodiversidad y el clima o el desarrollo de los cultivos ecológicos en la Unión Europea con el fin de que en 2030 supongan el 25% de todas las tierras agrícolas.
Estrategia de la UE sobre Biodiversidad para 2030: Se establecerán zonas protegidas en al menos el 30% de los suelos y el 30% de los mares en Europa para restaurar ecosistemas dañados o en peligro, con objetivos jurídicamente vinculantes para 2021. Algunas de las herramientas para frenar la degradación de estas zonas serán el aumento de los cultivos ecológicos y la reducción de los plaguicidas descritos en el anterior punto, así invertir en la disminución de polinizadores, restablecer la condición de ríos de flujo libre de al menos 25000 km de ríos de la Unión Europea y plantar 3000 millones de árboles para 2030.
Fuente de la información: Comisión Europea